Arquitectura
Arquitectura Dominicana
Cine Dominicano
Cuerpo y
Alma.
Creo profundamente que la
periferia y el centro de las ciudades forman un todo, una unidad, un ser vivo y
como tal se establecen cientos de relaciones que hacen que si uno falla el otro
se resienta.
A finales del siglo XX ya
hemos dejado atrás los tópicos racionalistas que desmenuzaban la realidad en
partes y las analizaban individualmente. Ahora ya somos conscientes de que todo
está relacionado con todo. Nuestro cuerpo mismo funciona de esta manera. Es
bien sabido que muchas enfermedades curan mejor con un estado de ánimo
optimista. Son dos partes del ser humano –cuerpo y alma, digámosles- que se
relacionan mutuamente, trabajan juntas, y si bien pueden estudiarse por
separado, jamas llegaremos a comprenderlas en su totalidad si no las estudiamos
en su conjunto y, sobretodo, si no somos conscientes de que nosotros, al
estudiarlas, también estamos formando parte del conjunto estudiado. Las
ciudades y sus periferias funcionan de la misma manera. Podríamos hacer una
asociación bastante banal que sólo sirve para intentar explicarme. La ciudad
-el centro- es el cuerpo, es aquello que se ve, es la parte que da la cara, es
un punto de referencia. Sin ir tan lejos, es la organizadora de unos juegos olímpicos,
de una exposición universal. Y la periferia es el alma. Es aquella parte que no
se ve pero que está ahí y tiene una función muy específica. En ella reside
todo aquello que no queremos que se vea y que por tanto no puede estar en el
centro de la ciudad. Ambas partes se necesitan mutuamente y, como ocurre en el
cuerpo humano, si una está enferma la otra se siente resentida. Tenemos que
cuidar bien esta unidad centro-periferia ya que irán juntas de por vida.
Actualmente la periferia
es aquella parte de la unidad más enferma. Todo el mundo mira hacia el centro,
incluso el centro mira hacia el centro. Desconocida se hunde en su depresión.
Ella intenta sobrevivir como puede pero es incapaz de hacerlo sola ...
Esta metáfora es fácilmente
ejemplificable. La periferia está formada por unidades más pequeñas con
cierta identidad propia, son las poblaciones (por nombrar algunas... Sant Boi,
Santa Coloma de Cervelló, VIladecans, Gavà, Molins de Rei, Santa Coloma de
Gramanet, Badalona, etc., etc.) En estas poblaciones vive gente que se
identifica con ellas e intentan darse a conocer para que otras gentes la
visiten. (el “Altaveu” de Sant Boi, “No hi ha cireres millors que les de
Santa Coloma de Cervelló” ...) Pero es siempre un esfuerzo en vano... La
periferia es la gran olvidada por el centro. Éste no ha sido capaz de
establecer buenas relaciones con ella, de mirar y cuidar su alma. Dichas
relaciones pueden ser afectivas pero también físicas. Aún continua siendo más
fácil ir a Barcelona en coche que en transporte publico o incluso que en
bicicleta . Y esto, por descontado no sólo perjudica a quien está en la
periferia: es un coche más que pasa inútilmente por el centro de la ciudad.
Los encargados de
formalizar la ciudad hemos de ser conscientes de ello y con nuestros proyectos
hemos de dar ejemplo para que se respete e incluso se conozca nuestra periferia.
No estaría mal un proyecto unificado de ciudad en la que se tuvieran en cuenta
el cuerpo y alma de la misma. Pero un proyecto de ciudad no indiferente con la
variabilidad de identidades. La idea es sencilla. La periferia ha de reconocerse
como parte activa del conjunto pero a su vez ha de mantener su identidad. La
ciudad no es la misma vista desde la periferia pero ambas forman un todo.